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En la última década hemos incrementado la ocupación de suelo un 40% mientras que la población apenas ha crecido un 5%. Es necesario crecer hacia dentro para no seguir consumiendo suelo de forma innecesaria e insostenible; para diseñar unos servicios públicos que den respuesta a un número suficiente de personas que los hagan rentables social y económicamente; para proteger nuestro entorno rural amenazado por agresivos procesos de suburbanización. Éste es uno de los objetivos del plan de viviendas: poner fin al consumo de suelo y consolidar los límites actuales de la ciudad con la paralización y la no urbanización de los sectores todavía no iniciados. No hace falta construir ni en un metro cuadrado más de suelo rústico.

El plan de viviendas se sustenta, además, en otros tres principios. En primer lugar, nuestra propuesta aboga por recuperar para el patrimonio municipal de suelo esos sectores en los que no se ha iniciado la urbanización. De esta manera, la Administración municipal sería titular al 100% de un suelo ubicado estratégicamente para atender futuras necesidades públicas del municipio.

Segundo, nuestra política de vivienda se realiza desde una perspectiva social, no desde intereses económicos, ajustándose siempre a las demandas sociales. Desde este punto de vista, no hay urgencia por redensificar. El Ayuntamiento dispone de instrumentos suficientes para asegurar que la oferta (y construcción) de vivienda se acompase con la demanda. Así se evitan  desequilibrios que redunden negativamente en los bolsillos de las y los ciudadanos, en este sector de la economía y en el modelo de ciudad compacta que diseñamos. Este modelo de crecimiento más racional no puede dejar de lado, eso sí, tanto la demanda de personas que quieren acceder a una vivienda pero no pueden debido a su precaria economía como las aproximadamente 10.000 viviendas vacías que deben emerger al mercado del alquiler.

Tercer aspecto (pero no menos importante): es prioritario realizar ya intervenciones localizadas en aquellas zonas de los nuevos barrios que han quedado inconexas -como Arkaiate o Larrein en Salburua-, al objeto de conectarlas cuanto antes a la trama urbana, no crear islotes y dotarlas de la urbanización necesaria para garantizar la calidad de vida de sus habitantes.

Pero aún hay más. Para EAJ-PNV este plan de viviendas va de la mano de un plan de equipamientos y servicios para el municipio, un plan por valor de 50,3 millones de euros. Es la misma cantidad que el gabinete Lazcoz quería detraer de los ahorros de Ensanche 21 para el BAIC y que, ya desde el final de la anterior legislatura, advertimos de que solo permitiríamos destinar a equipamientos básicos. Hemos cumplido nuestra palabra y eso, créanme, es un motivo de mucha satisfacción. Ese dinero se destina para equipamientos y servicios necesarios en Salburua y Zabalgana: un total de 40,3 millones de euros para poner allí en marcha centros cívicos, escuelas infantiles, equipamientos deportivos, culturales, de ocio infantil,… También este plan permitirá dotarlos de servicios básicos como el transporte urbano o la limpieza y recogida basuras. Es una inversión muy oportuna en proyectos necesarios, no partidistas, totalmente demandados por la ciudadanía y que constituye, además, una iniciativa para la reactivación de la economía y el empleo local. 

El plan de equipamientos y servicios también tiene otros dos importantes capítulos: uno, cuantificado en 5 millones de euros, para la rehabilitación y regeneración en clave de sostenibilidad de los barrios de oro -aquellos con más de 50 años: Abetxuko, Adurza, Ariznabarra, Coronación y Zaramaga- con el objeto de ir transformándolos en ecobarrios. Otro tanto se destinará a inversiones en la zona rural.

EAJ-PNV siempre ha tenido presente que Vitoria-Gasteiz es más que una ciudad. Es un municipio con una importante zona rural que le confiere riqueza y diversidad. En esta ocasión también hemos tenido presente este hecho y, gracias a nuestro acuerdo, los pueblos van a recibir 5 millones para inversiones solicitadas desde hace años en equipamientos y servicios. El plan de equipamientos y servicios debe ejecutarse en los próximos cuatro años porque éste, a diferencia del de vivienda, sí que tiene prisa. Por eso es un acuerdo a realizar en esta legislatura -que no de legislatura-.

Termino con una última reflexión referente a la forma en que se ha diseñado el proyecto: con participación ciudadana y acuerdo político. Todo este plan lo hemos elaborado, de principio a fin, de la mano de la ciudadanía y los colectivos vecinales. Es un plan realizado con y para el vecindario. Son muchos los colectivos y personas a título particular que, en diferentes reuniones y Gorkafes, han realizado aportaciones a este proyecto y ahora verán reflejadas. La próxima cita con la ciudadanía la tendremos el lunes 5 marzo en el Colegio de Enseñanza Primaria de Salburua donde, además de explicar de forma directa a todas las personas que quieran  el detalle de este acuerdo, escucharemos y recogeremos de nuevo sus aportaciones e inquietudes.

Finalmente, este gran proyecto ve la luz gracias al acuerdo político. Puedo asegurarles que nos encontramos en las antípodas de la política de recortes sociales, culturales, educativos,… del gabinete Maroto. Seguiremos trabajando por lograr unos presupuestos alternativos. El cuerpo pedía castigar al gobierno del PP por no querer escuchar a la oposición ni a la ciudad.  Sin embargo, las y los concejales de EAJ-PNV queremos demostrar que se puede -y se debe- hacer política de otra manera, comprometida con Vitoria-Gasteiz y no con intereses partidistas. Por eso hemos alcanzado este acuerdo político, porque tenemos muy claro que no vamos a castigar a la ciudadanía por castigar al alcalde.