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Iritzia

2005/12/31


Otra manera de hacer política

Ya conocemos los detalles fundamentales de lo que va a ser el primer proceso participativo en nuestra ciudad. A partir del próximo mes de enero, el vecindario de Gasteiz y, fundamentalmente, el de Arana, Aranbizkarra, Aranzabela, Santa Lucía y Judimendi podrá opinar y aportar sus propuestas sobre el proyecto urbanístico que afecta al área de Tres Santos. Llegar hasta aquí no ha sido fácil. Hace ya cinco meses que la Corporación aprobó una moción del Grupo Nacionalista Vasco solicitando la puesta en marcha de este proceso. La cuestión lo merece, fundamentalmente por la falta de comunicación que ha generado una fuerte polémica vecinal sobre este plan urbanístico y por la necesidad de que el Ayuntamiento dé un impulso decidido en el tránsito de la democracia representativa hacia la democracia participativa.

El Correo


Todos conocemos los precedentes que arrastra el capítulo de la participación ciudadana en Gasteiz. Desde la aprobación de la Ley de Modernización de la Administración Municipal hace ya dos años, el equipo de gobierno ha dispuesto de una serie de herramientas destinadas a facilitar el acceso de la ciudadanía a las cuestiones municipales, herramientas que no ha querido utilizar en ningún momento. Como hemos dicho en reiteradas ocasiones, el PP no cree en la participación ciudadana. No hay más que ver lo que ha sucedido desde finales de 2003. Nosotros tenemos el pleno convencimiento de que los distintos proyectos de ciudad no hay que gestionarlos para la ciudadanía sino con la ciudadanía.
 
Los consejos territoriales, con los que se esperaban canalizar en mayor medida las demandas de los barrios, se han creado tarde y con escaso contenido. Los nuevos consejos sectoriales siguen durmiendo el sueño de los justos. E incluso alguno de ellos ya conformado, como el de Accesibilidad, se suspende unilateralmente en una actitud dictatorial del presidente de dicho consejo, a la sazón concejal del PP y tercer teniente de alcalde Jorge Ibarrondo, ante la estupefacción e indignación de los colectivos allí presentes. El Consejo Social del Municipio permanece pendiente de ser constituido. Todavía no se ha llevado a cabo ninguna consulta popular, pese a que este Grupo, por ejemplo, realizó una propuesta el pasado año para debatir el cambio de fechas de las fiestas de la Virgen Blanca, la cual fue rechazada por el resto de los grupos. Las juntas y concejalías de distrito o son algo inexistente o se desconocen allí donde se han creado. Mención especial merece el capítulo de la decisión sobre el 10% del presupuesto reservado para inversiones en vía pública el cual, según marca el Reglamento de Participación Ciudadana, debe de ser consensuado entre “todas” las asociaciones y colectivos miembros de los distintos consejos territoriales para posteriormente añadirlo al presupuesto, antes de su aprobación, y que es de obligatorio cumplimiento.  Para qué vamos a hablarle de presupuestos participativos al PP si eso les queda demasiado lejos…
 
Con el proceso que se va a iniciar ahora sobre el plan urbanístico de Tres Santos tenemos una buena oportunidad para invertir esta tendencia e incluso liderar junto a otras ciudades los avances en democracia participativa. Basta con hacer las cosas bien. Ciudades vecinas como Donostia han llevado a cabo experiencias similares en Altza o Martutene con resultados positivos. La diferencia con Vitoria radica en que aquí el primer proceso participativo viene rodeado de una importante movilización vecinal debida a una preocupante falta de información sobre un proyecto que afecta a miles de personas. No es de recibo que los y las residentes de Arana, Aranbizkarra, Aranzabela, Santa Lucía y Judimendi sólo hayan podido conocer a través de la prensa los principales detalles de un importante plan urbanístico.
 
Esta polémica vecinal ha sido una respuesta lógica de la ciudadanía ante una manera de gobernar basada en la imposición. Desde el PNV apostamos por el diálogo y el consenso útil. Por eso queremos que el resultado final de los próximos seis meses de debate y aportaciones vecinales se convierta en la verdadera guía de la actuación del equipo de gobierno y tenga el mayor grado vinculante. En ese sentido, hemos propuesto que el informe final de todo el proceso participativo se incorpore como alegación de la ciudad de Gasteiz al avance del plan urbanístico. Una empresa de reconocida experiencia será la encargada de dinamizar este proceso participativo, la cual tiene una amplia experiencia en estos ámbitos.
 
Nadie discute que el área Este de la ciudad consolidada y el nuevo barrio de Salburua no pueden vivir de espaldas una del otro con la residencia de Arana en tierra de nadie. Es necesaria una actuación urbanística que integre ambas zonas y que mejore las infraestructuras de comunicación suavizando la barrera que ahora supone una carretera de hasta seis carriles. Es necesaria una reordenación de zonas verdes que hace varias décadas se plantearon como pantalla vegetal y que ahora tienen que convertirse en un verdadero parque. Es necesario generar espacios de transición peatonal entre los diferentes barrios para no condenar a sus habitantes a un mayor uso del transporte privado. Tal y como ahora está planteado Salburua, cuenta con un obstáculo tan importante como en su momento fueron las vías del tren para todo el sur de la ciudad. Hay que actuar y la voz de las personas afectadas ha de estar presente en todo momento.
 
Podemos considerar un éxito el que se haya dado el paso definitivo para la puesta en marcha de este primer proceso de participación. Hasta hace bien poco, el equipo de gobierno no había dado muestras decididas de querer llevar a cabo esta iniciativa e incluso ha enviado recientemente un folleto a la población de los barrios afectados pensando que de ese modo se compensaban muchos meses de verdadera desinformación. Desde el PNV, reafirmamos nuestra apuesta por las herramientas de participación como forma más eficaz de evitar polémicas como la que ha venido afectando al área de Tres Santos. Y nos gustaría que todos los ciudadanos y ciudadanas que, debido a la absoluta desinformación y nulo contacto, tienen serias dudas sobre lo que se plantea se ilusionasen con el proceso participativo. Seguro que será muy enriquecedor y que todos aprenderemos algo. Ahora bien, queremos que a partir de enero este proceso funcione de verdad, que los debates en los diferentes foros se desarrollen de la forma más abierta posible, con absoluta transparencia, información, documentación y, sobre todo, que todas y todos acatemos los resultados. Si los colectivos vecinales dan muestras de querer abandonar la mesa nada mas sentarse, si el equipo de gobierno no pone verdadero interés en lo que está a punto de emprender, si las aportaciones no se recogen y las demandas informativas no se satisfacen, pronto nos encontraremos con un cadáver imposible de resucitar. El fracaso de un proceso como éste supondría el mayor varapalo que puede sufrir la participación ciudadana en Vitoria-Gasteiz, algo que no nos podemos permitir.
 
Decía Quim Brugué, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Barcelona, que si no somos capaces de construir una ciudad participativa llegará el día que esa ciudad sea ingobernable. Por todo ello desde el Grupo Municipal del PNV creemos en otra manera de hacer política, y con nuestros hechos avalamos dicha apuesta.

EGILEA


Vale Tena

Gure Egileak