A propuesta del grupo jeltzale, el pleno del Parlamento Vasco  ha pedido al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja y al Ministerio de Agricultura que incorporen a los plenarios de este organismo a los representantes del Gobierno Vasco y la Diputación de Araba/Álava para defender los intereses de Rioja Alavesa y para que su modelo de producción perviva. Hasta ahora, sólo el Ejecutivo de Vitoria puede participar y lo hace de manera testimonial, ya que no tiene voto. Este hecho, ha denunciado la parlamentaria Rakel Molina, impide que los derechos de los viticultores y bodegueros de Rioja Alavesa estén defendidos, dejando las decisiones al albur de los intereses de otros. Esta petición "de voz y voto" para las instituciones vascas, ha contado con el respaldo de la Cámara Vasca;  hecho por el que se ha felicitado EAJ-PNV.

"La participación sin voto no lleva a ningún lado, no se puede condicionar ni incidir en las decisiones que son clave para nuestros agricultores. Ni las pequeñas bodegas ni las medianas se ven ahí defendidas, y se la juegan con las decisiones que otros toman por ellas y afectan a sus viñedos, a su forma de trabajar y a su forma de elaborar", ha añadido.

Molina ha recordado la identidad propia que caracteriza a la comarca vinícola alavesa, con un modelo de producción y negocio que nada tiene que ver con el resto de Rioja. Una realidad, ha matizado, que debe ser respetada e integrada para que no se vean "abocados a buscar otras alternativas". La representante jeltzale ha pedido al Consejo Regulador que abandone su estrategia recentralizadora y unificadora y dé entrada a otras zonas de la Denominación donde predominan las pequeñas y medianas bodegas. Realidades muy diferentes, ha dicho, que necesitan respuesta diferente.

"Esa homogeneización está causando importantes problemas a los viticultores alaveses ya que las grandes bodegas son las que controlan el Consejo, son las que manejan grandes volúmenes de producción y son las que tienen un modelo de producción incompatible con el modelo alavés, que prima la calidad frente a la cantidad". En este sentido, ha advertido de que si se sigue vendiendo por precio y no por calidad, "Rioja Alavesa no se podrá sostener".

Por todo ello, EAJ-PNV reclama un cambio en los Estatutos del Consejo Regulador para que los agricultores alaveses se sientan representados e identificados con un proyecto que también les pertenece. Un cambio que pasa por ampliar la representación de las instituciones vascas y dotarlas de voto tanto en los plenos como en las comisiones del Consejo. Al mismo tiempo, los jeltzales exigen que esa singularidad y diferenciación de los vinos de Rioja Alavesa sea reconocida. "El futuro pasa por la diferenciación. Una diferenciación necesaria para poner en valor la calidad de sus vinos y que puedan tomar parte de las decisiones sobre las variedades, producción, etiquetado o comercialización. Los viticultores y bodegueros de Rioja Alavesa son los que deben decidir su futuro", ha concluido.