“Tenemos que ser todas y todos conscientes de que el cambio climático va a afectarnos en todos los ámbitos. Y en todos los ámbitos tenemos que adaptarnos buscando soluciones”. Es el mensaje que esta mañana, en el parque del Este de Salburua, ha lanzado la candidata a la alcaldía de Vitoria-Gasteiz. Beatriz Artolazabal se ha comprometido a seguir implementando todas aquellas iniciativas que reduzcan el impacto sobre la salud como consecuencia de las elevadas temperaturas.

Artolazabal ha reconocido que la llegada del calor es un problema que afecta especialmente a las ciudades, donde “el asfalto, las calefacciones, los coches o las fábricas se convierten en elementos que conforman islas de calor. Y por eso, las administraciones tienen la obligación de adaptar los entornos urbanos a un futuro con cambios profundos en la climatología”. La candidata jeltzale ha valorado la condición de ciudad verde que tiene Vitoria-Gasteiz, con más de 115.000 árboles, 42 metros cuadrados de zonas verdes por persona y pulmones verdes como los parques de Zabalgana, Salburua, Atxa, Arriaga o La Florida. “El galardón Capital verde europea en 2012, su condición de Destino Turístico Sostenible desde 2016 y el nombramiento de ciudad verde mundial por la ONU en 2019, la reconocen como una de las ciudades más comprometidas con el medio ambiente a nivel internacional”, ha afirmado. Pese a todo, ha advertido, “sabemos que cada vez somos más vulnerables al calor intenso. Aquí y en todo el mundo. Y nos tocara a las administraciones más cercanas poner los medios necesarios para paliar las consecuencias sobre la población, y en especial, sobre las personas más vulnerables: mayores y niñas y niños”.

La candidata al Ayuntamiento de la capital alavesa ha detallado las propuestas que llevará en su programa electoral para afrontar el calor, entre las que destacan la ampliación de la red de refugios climáticos contra el calor (en la actualidad hay 449); la elaboración de itinerarios sombreados, con poca pendiente y accesibles para llegar a esas instalaciones donde protegernos de las horas de más calor; la redacción de un plan para que en cada barrio de la ciudad haya pérgolas y zonas cubiertas; más fuentes públicas, a una distancia no superior a los 200 metros entre una fuente y una vivienda; zonas de agua pisables y con chorros para refrescarse en los principales parques de la ciudad o la creación de una APP y una guía de recomendaciones con toda la información útil para amortiguar los efectos del calor extremo.