El PNV está muy preocupado por las consecuencias que traería aparejada la construcción de la nueva estación de autobuses en la plaza de Euskaltzaindia. “La afección al tráfico sería de tal magnitud que la calidad de vida de las personas residentes en la zona se vería seriamente perjudicada”, ha advertido el portavoz Gorka Urtaran. Por ello, ha reclamado esta mañana a los impulsores del proyecto, PP y Bildu, que aclaren cómo van a consultar la opinión del vecindario y si la van a tener en cuenta.

          Mañana, jueves 6 de octubre, está prevista una nueva reunión de la Mesa de Contratación de la sociedad Ensanche 21 en la que se decidirá si se da visto bueno al proyecto de estación de autobuses para la plaza de Euskaltzaindia. “El PNV pidió ayer la paralización del traslado por las dudas de todo tipo que genera, desde el sobrecoste económico de 8 millones de euros hasta el impacto medioambiental, pasando por los perjuicios para el tráfico y los residentes en la zona. No debería darse un paso más en este despropósito, por lo que reclamo a PP y Bildu cordura y que se den un tiempo para la reflexión y analizar los pros y contras de la decisión que han tomado”.

          A juicio del principal grupo político de la oposición, es de vital importancia informar al vecindario sobre el proyecto e implicaciones para la zona que tendría la entrada y salida de un elevado número de autobuses e incluso de vehículos particulares. Conviene recordar que, según el diseño planteado, la estación puede albergar 63 autobuses cada hora y efectuar en ese tiempo 126 operaciones con un total de 3.000 pasajeros.

 Acto seguido habría que pulsar la opinión de los residentes para tenerla en cuenta. “No puede ser que en la parcela de Arriaga se hiciera tanto hincapié en las consecuencias que la estación acarrearía para los arbustos y la rosaleda de la zona y que ahora no vayan a tenerse en cuenta los derechos y el bienestar de los miles de personas que viven en el entorno. Si hacemos un paralelismo con la redensificación, el PP se llevaba las manos a la cabeza porque donde estaba prevista una zona verde pudieran ir viviendas. No comprendemos cómo van a propiciar ahora que donde debe ir un equipamiento cultural ubiquen una estación de autobuses”, ha añadido Urtaran.

          El PNV quiere que PP y Bildu reflexionen sobre las consecuencias que traería el paso diario de más de un centenar de autobuses por Gabriel Celaya y Donostia, calles con vocación residencial y que no están pensadas para el tráfico masivo que se generaría durante las obras de construcción de la estación ni posteriormente con su entrada en funcionamiento. “No podemos olvidar que en el entorno hay cinco centros escolares y que centenares de niños y niñas pasan a pie por la zona para acceder a los mismos. La seguridad vial se verá por tanto severamente afectada”, ha señalado.

          Además, esas vías no tienen anchura suficiente para soportar el flujo de tantos autobuses ni los giros que tendrán que efectuar en vías plagadas de rotondas, por no mencionar los problemas de ruido y contaminación ambiental que surgirían.  “Hay que darse cuenta de que la plaza de Euskatzaindia se convertiría en una isla rodeada de intenso tráfico por Portal de Foronda, la rotonda de América Latina, el Bulevar de Euskal Herria, la calle Donostia y Gabriel Celaya”, ha incidido Urtaran. Así las cosas, el PNV cree necesario abrir un proceso de reflexión y no tomar decisiones precipitadas que acarrearían importantes perjuicios.

Foto: Diario de Noticias de Alava