EAJ-PNV ha asegurado que el modelo de gestión directa de la estación de autobuses impulsado por PP y Bildu es una decisión improvisada que carece de la menor transparencia y rigor. “La suma de votos en esta cuestión solo va a servir para constatar un déficit democrático y la irresponsabilidad de ambos partidos. Están forzando los plazos para evitar un análisis serio de la documentación, ponen trabas a la participación ciudadana y aportan, por ejemplo, un balance económico totalmente inconsistente. Con el modelo de gestión de la estación de autobuses se nos quiere plantear un debate-trampa para justificar una decisión tomada de antemano”, ha afirmado el portavoz nacionalista Gorka Urtaran.

En sus alegaciones al expediente de decisión sobre el modelo de gestión de la estación de autobuses, el Grupo Nacionalista denuncia la falta de rigor en la información trasladada por el departamento municipal de Hacienda para debatir esta cuestión. “No se han analizado los modelos de gestión directa e indirecta en condiciones de igualdad. No se han presentado unos cálculos económicos aceptables. No existe una mínima previsión a largo plazo de las consecuencias de que el Ayuntamiento asuma la gestión de la estación. No hay garantías jurídicas de que se estén respetando decisiones previas y no se sabe cómo afectará a la actividad municipal el traslado de personal propio a esta instalación desatendiendo otras áreas. Lo único que tenemos claro es que esta decisión se toma para evitar el pago del IVA de la obra”, ha señalado el líder de la oposición municipal.

Entrando al detalle de las alegaciones que EAJ-PNV realiza al modelo de gestión de la estación de autobuses, destacan las relativas al estudio económico que el departamento de Hacienda ha realizado para justificar la gestión directa. El Grupo Nacionalista ha detectado diferencias importantes en el cálculo de la previsión de ingresos de los dos modos de gestión. Así por ejemplo, no se han tenido en cuenta en el caso de la gestión indirecta los ingresos derivados del parking. Incorporando éste y otros conceptos, la diferencia económica entre uno y otro modelo de gestión sería exclusivamente de 6.052 euros. En el caso de la previsión de gastos, los cálculos relativos a la gestión directa no incluyen conceptos como la plantilla y otros gastos transversales que elevarían el coste final hasta 1.385.288 euros. “Se nos han presentado unas cuentas que planteaban la gestión directa como la opción más ventajosa económicamente cuando resulta que, en términos realmente equivalentes, el saldo es favorable a la gestión indirecta por un margen de 36.426 euros”, ha destacado el concejal nacionalista Borja Belandia.

A esto se suman las lagunas relativas al pago del IVA de la obra. Asumiendo de forma directa el Ayuntamiento la gestión de la estación se evita pagar ahora 3 millones de euros en concepto del Impuesto del Valor Añadido, pero se obliga a pagar en el futuro esta cantidad a los usuarios finales de esta infraestructura. “Sin embargo, no se ha previsto ningún cambio en las tarifas fijadas respecto a las que existen en la actual estación. El tratamiento fiscal de esta infraestructura se está convirtiendo en una gran incógnita”, añade Belandia.

El propio Interventor General del Ayuntamiento ha advertido con un informe de que el déficit económico calculado para la gestión de la estación de autobuses va a ser superior al que está planteando el equipo de gobierno y aconseja compensarlo con una subida de tarifas por uso de la estación. Incluso llega a afirmar que, en caso contrario, “habría que adoptar medidas generadoras de ahorro neto en los presupuestos municipales para absorber ese déficit creciente en años venideros”.

Por último, el Partido Nacionalista Vasco señala otros dos aspectos preocupantes: la falta del mínimo plazo exigible para tomar una decisión tan importante y la falta de transparencia que afecta a aspectos clave del expediente que se ha trasladado a los Grupos municipales. En el caso de los plazos, sorprende que solo se hayan dado cuatro días –tres de ellos festivos- para formular alegaciones (del 24 al 28 de julio) sin que se hayan aportado toda la información complementaria que el PNV demandó el propio día 24. “Sorprende también que se marque el mes de agosto para formular alegaciones por parte de la ciudadanía cuando suele ser un periodo vacacional inhábil para tramitar expedientes. Todo esto es un obstáculo claro a la participación ciudadana”, advierte Borja Belandia.

El PNV quiere también que el debate sobre el modelo de gestión de la estación de autobuses incorpore una respuesta a la pérdida de empleo derivada del cierre de la actual terminal de la calle Los Herrán. “Varias personas van a ir al paro en cuanto finalice la concesión de la estación provisional y el PP no quiere tratar este asunto”, ha concluido Gorka Urtaran.