Esta semana hemos conocido, a través de los medios de comunicación, una noticia que, sinceramente, nos ha dejado perplejos: «La ciudadanía valora positivamente las fiestas de San Roque de este año». Hasta ahí, nada sorprendente. Pero al leer la letra pequeña, la sorpresa ha sido mayúscula. Según la propia concejala de Fiestas, «aunque la participación ha sido baja, el grado de satisfacción de las 23 personas laudioarras que han participado en la encuesta ha sido positivo».

Veintitrés personas. Ese es el número de participantes que, según EH-Bildu, refleja el sentir de todo un pueblo de más de 18.000 habitantes. Y con esa base tan escasa, el equipo de Gobierno de la alcaldesa Ainize Gastaka ha sacado conclusiones sobre el éxito de las fiestas y hasta sobre el modelo festivo que, dicen, quieren impulsar.

No se trata de cuestionar la opinión de quienes han participado —todo lo contrario, valoramos y agradecemos enormemente su implicación—, sino de señalar lo evidente: una encuesta con 23 respuestas no puede considerarse ni representativa ni participativa. No mide el sentir de Laudio, ni puede utilizarse para justificar decisiones de gestión pública.

De cara al futuro, la información que recoge la encuesta menciona que las y los laudioarras desean que las fiestas del próximo año sean «plurales, igualitarias y populares». Esta aspiración, que compartimos plenamente, debería servir de guía para EH-Bildu. Pero para lograrlo, hacen falta algo más que titulares: hace falta escuchar, abrir espacios reales de participación y asumir que gobernar con la ciudadanía exige respeto y compromiso, no solo encuestas con 23 respuestas.

Desde EAJ-PNV seguiremos defendiendo un modelo de gestión verdaderamente abierto, transparente y participativo. Porque Laudio merece más. Merece un Ayuntamiento que escuche de verdad y que confíe en su gente.