EAJ-PNV ha planteado esta mañana una fórmula para sanear las maltrechas cuentas de Ensanche 21, de cara a facilitar su disolución en el menor plazo posible. La sociedad municipal carece en estos momentos de tesorería y cuenta con escasas reservas voluntarias, lo que hace imposible a corto y medio plazo el reparto de dividendos acordado en su día. Por ello, los nacionalistas plantean una doble vía de solución: compensar parte de la deuda contraída con una ampliación de capital y renunciar al reparto de dividendos acordado en 2012. Gorka Urtaran se ha mostrado preocupado por el ritmo lento que el alcalde está dando al proceso, que debe estar finalizado en septiembre. “Debería ser el gobierno municipal y no un grupo de la oposición el que tendría estar proponiendo la solución”, ha lamentado.

El portavoz de EAJ-PNV quiere colaborar en el cumplimiento del acuerdo firmado en diciembre del año pasado con Javier Maroto, según el cual ambos partidos a los que representan se comprometen a disolver Ensanche 21 de forma ordenada antes del 30 de diciembre de 2014. Ello pasa necesariamente por la aliviar la situación económica en la que está la sociedad anónima municipal. “Ensanche tiene una deuda con el Ayuntamiento, pero no tiene liquidez para pagarla. Dado que el Consistorio no tiene esa deuda reconocida como tal, podría renunciar a su cobro sin que ello suponga ninguna quiebra económica para las arcas municipales. Se trataría de dar por zanjado el cobro pendiente de dividendos y mejorar así la solvencia de Ensanche 21 al reducir mucho sus pasivos financieros”.

La situación actual se remonta a 2010 cuando la junta general de accionistas de Ensanche decidió efectuar una distribución de dividendos con cargo a reservas voluntarias por un importe de 50,3 millones de euros, cuyo abono se distribuiría en cuatro ejercicios entre 2011 y 2014 (15.060.000 €, 16.735.103,06 €, 16.591.450,89 € y 2.000.000 € respectivamente).

De aquel acuerdo, ya se han liquidado las cantidades correspondientes a 2011 y 2012, pero no los dos siguientes (un total de 18.591.450,89 euros) por no disponer Ensanche de suficiente tesorería.

Por otro lado, en 2012 PP y Bildu acordaron en el consejo de administración una distribución de 48,25 millones de euros como dividendos extraordinarios en el periodo 2012-2014 (13.350.000 €, 23.450.000 € y 11.450.000 €, respectivamente). 

Sin embargo, solo se pudo liquidar el primer año. El resto no se ejecutó, de nuevo por falta de tesorería. “Ya entonces el PNV fue muy crítico porque preveíamos que ello podía poner en peligro la situación económica de la sociedad. No podemos pasar por alto que en el conjunto de ambas operaciones Maroto pretendía sacar casi 100 millones de Ensanche 21 sin tener en cuenta las obligaciones de la sociedad y sin dar respuesta a los compromisos adquiridos en el Ayuntamiento para destinar ese dinero. Ahora ni tenemos centros cívicos ni tenemos dinero para hacer frente a obligaciones como la de gestionar los realojos de Olarizu. Este el modelo de gestión del Partido Popular”, ha añadido.

Así las cosas, en este momento Ensanche 21 tiene, por un lado, una deuda consolidada (pasivos financieros) por valor de 18.591.450 euros y, por otro, una deuda sin consolidar de 34.900.000 euros.

“Nuestro planteamiento -ha explicado el líder de la oposición municipal- es compensar con una ampliación de capital la deuda consolidada contraída por Ensanche con el Ayuntamiento. En paralelo, debería tomarse en la junta general de accionistas un acuerdo renunciando al reparto de dividendos acordado en 2012 relativo a la deuda no consolidada”, ha detallado Urtaran. Con esta estrategia se reduciría en un 90% la deuda a largo plazo de Ensanche 21, aumentaría la solvencia de la sociedad y permitiría su  ordenación económica, de cara a su disolución y transformación en una nueva sociedad de regeneración urbana.

El PNV apuesta por esta fórmula e insta al equipo de gobierno a ser más diligente y cumplir el plazo al que se comprometió hace unos meses. “Si en su momento el Partido Popular no hubiera malgastado los dividendos que cobró (56,5 millones de euros entre junio de 2011 y abril de 2012), ahora tendríamos construidos los centros cívicos de Salburua y Zabalgana y el plan de equipamientos se habría materializado en su totalidad sin tener que apelar a deuda. La pésima gestión de ese dinero ha hecho que ahora nos encontremos en esta situación y que sea necesario buscar una salida para llegar al objetivo marcado: las labores de planificación urbanística deben regresar al Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento mientras que las de regeneración y rehabilitación urbana, así como la gestión del parque municipal de vivienda de alquiler, serán desempeñadas por la nueva sociedad que se cree.