Condenamos rotundamente el brutal ataque perpetrado por Hamás contra la población de Israel. Demandamos la liberación inmediata y sin condiciones de las personas secuestradas por Hamás en el referido ataque.

Rechazamos también rotundamente la indiscriminada ofensiva militar de Israel en Gaza, que infringe las normas internacionales y pone en peligro a la población civil gazatí, además de someterla a condiciones inhumanas. Repudiamos asimismo el lanzamiento de cohetes ejecutados por Hamás contra la población israelí y solicitamos el cese inmediato de hostilidades armadas y la declaración de un alto el fuego permanente.

Observamos con suma preocupación la escalada de la violencia en la región y solicitamos de las Naciones Unidas, de la Unión Europea y, en general, de toda la comunidad internacional su urgente involucración y decidida intervención para detener esta situación, poniendo fin a la masacre de la población de Israel y Palestina.

Urgimos a todos los actores implicados a trabajar sin demora ni descanso en pos de la paz y de una solución duradera y definitiva del conflicto basada en las Resoluciones de la ONU. Requerimos de las Naciones Unidas y de la UE su decidida intervención para poner fin al sufrimiento de la población, proceder al establecimiento urgente de un plan de ayuda humanitaria mediante la apertura de fronteras y propiciar una tregua permanente.

Estos sangrientos acontecimientos urgen una solución duradera del conflicto que posibilite la convivencia pacifica de israelíes y palestinos, basada en unas fronteras seguras para Israel y en el derecho del pueblo palestino a crear un Estado soberano.