La lucha contra el cambio climático y la transición hacia un nuevo modelo energético son un reto estratégico para el futuro de Europa y de Euskadi. Consciente de ello, EAJ-PNV ha impulsado la tramitación de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, una norma liderada por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco y que se aprobará este próximo jueves en el Parlamento Vasco con una importante mayoría. Una ley cuya aprobación, contenido y consecuencias ha querido el Euzkadi Buru Batzar compartir hoy de primera mano con cerca de un centenar de representantes jeltzales de todas las instituciones (ayuntamientos, mancomunidades, Eudel, diputaciones, Gobierno Vasco, Parlamento Vasco…) que se han acercado a Sabin Etxea para participar en una jornada de trabajo. En el encuentro han participado la burukide responsable del Área Ordenación del Territorio, Transporte y Desarrollo Sostenible, María Eugenia Arrizabalaga; la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia; y el parlamentario encargado de la Ley en la Cámara de Gasteiz, Unai Grajales, entre otras y otros. El propósito de la jornada era informar y presentar los contenidos y objetivos de la Ley a las responsables y a los responsables institucionales del EAJ-PNV, con un especial énfasis en su aplicación e implicaciones en el ámbito municipal.

La Ley de Transición Energética y Cambio Climático contará con un apoyo muy importante en el Parlamento Vasco, gracias al acuerdo alcanzado entre EAJ-PNV, PSE-EE y EH Bildu. Un pacto que tiene la virtud de propiciar un consenso político amplio que permitirá solventar las dificultades en el desarrollo de infraestructuras energéticas. Sacar adelante una Ley de Transición Energética y Cambio Climática era un objetivo de legislatura del Gobierno de Iñigo Urkullu que quedará cumplido. Con ello, Euskadi quedará alineada con las normativas internacionales existentes en esta materia, así como con la Declaración Institucional de Emergencia Energética 2019 firmada por el Lehendakari. Junto con la Ley de Sostenibilidad Energética de Euskadi aprobada en el Parlamento en 2019, esta nueva Norma brindará un marco jurídico estable para lograr el objetivo de la neutralidad climática para 2050. Será la principal herramienta para luchar contra el calentamiento global desde Euskadi.

La Norma recoge acciones concretas. En el ámbito de la gobernanza, sin ir más lejos, le otorgará facultades al consejo asesor de Medio Ambiente y a la Asamblea Ciudadana del Medio Ambiente; promoverá el nacimiento de un Comité Científico; e impulsará la Oficina Vasca de Transición Energética y Cambio Climático. Asimismo, incluye objetivos y compromisos fijados por Ley para la reducción de gases de efecto invernadero, el incremento de la eficiencia energética o la proliferación de energías renovables en Euskadi. De la misma forma, se han incorporado medidas para impulsar las energías renovables y facilitar el acceso a las mismas de empresas y ciudadanía en general, comunidades, cooperativas, etc.

En cuanto a la financiación, se ha acordado crear un canon de energías renovables que se aplicará el 1 de enero de 2025 y afectará de distinta forma a instalaciones fotovoltaicas y a aerogeneradores. El acuerdo parlamentario, de la misma manera, ha fijado que quienes impulsen instalaciones de este tipo oferten al menos un 20% de las mismas a los municipios en los que se instalen (o colindantes). La perspectiva energética y climática también tendrá reflejo en los presupuestos públicos del Gobierno Vasco, con el compromiso de destinar a este tipo de iniciativas el 2,5% de las Cuentas.

Durante la redacción de la Ley, EAJ-PNV ha realizado un esfuerzo para combinar transición energética y desarrollo económico. Así, se apuesta por impulsar el proceso de descarbonización utilizando la transición energética en todos los sectores socioeconómicos vascos, reforzando el desarrollo económico, la calidad del empleo y el bienestar de toda la sociedad, en el marco de un modelo de desarrollo sostenible e inclusivo desde los puntos de vista medioambiental, social y económico.